El trio de cafés que puedes pedir en España
En buena parte de España pedir un café sigue una norma sencilla que todos conocemos: la tríada café solo, cortado y con leche. Estos tres formatos marcan el consumo estándar y, salvo matices locales, son la base sobre la que gira la mayoría de las cartas en bares y cafeterías.
El café solo
Un espresso servido tal cual, intenso y sin añadidos. El equivalente al espresso italiano, aunque en España suele servirse algo más largo y con menos crema, lo que da una taza más ligera en cuerpo pero igualmente intensa.
El cortado
El cortado es, probablemente, la forma más representativa de pedir café en España. Se prepara con un espresso al que se añade un pequeño chorro de leche caliente, normalmente vaporizada.
En España, el cortado mantiene el protagonismo del café: la leche solo “corta” la intensidad, pero no domina el sabor.
A diferencia del macchiato italiano, donde el toque de leche es mínimo (apenas una mancha de espuma), en el cortado español la cantidad de leche es más perceptible, aunque sigue siendo minoritaria.
Se sirve en vaso pequeño de cristal o en taza, y es uno de los cafés más pedidos a media mañana en cualquier bar.
El café con leche
El café con leche español merece una mención aparte porque no siempre equivale a lo que un turista espera.
En España, un café con leche suele servirse en taza o vaso de unos 200 ml, con mitad café y mitad leche.
En Italia, por ejemplo, el equivalente sería más bien un caffè latte o un cappuccino, ambos con más proporción de leche que el español y con una presentación distinta (el cappuccino siempre con espuma densa y, a menudo, cacao espolvoreado).
El café con leche español es más directo: se mezcla café y leche caliente sin complicaciones, y por eso es la opción estrella en desayunos y meriendas.
Junto a ellos aparecen variaciones que, aunque no cambian la esencia, forman parte del día a día:
Variaciones comunes de los cafés españoles
Además de la tríada básica (solo, cortado y con leche), en toda España encontrarás pequeñas variaciones que ajustan la intensidad o el protagonismo de la leche:
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Manchado → más leche que café, similar al latte macchiato.
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Café corto → un espresso con menos cantidad de agua, más concentrado e intenso.
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Café largo → un espresso con más agua, más suave pero menos aromático.
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Descafeinado → preparado con café descafeinado al momento o con sobre, así siempre te lo van a preguntar. Si pides un descafeinado sin más lo más común es que te sirvan un descafeinado con leche, si no quieres que lleve leche, lo más normal es que pidas un descafeinado sin leche o solo.
Este sistema, sencillo y práctico, se repite en la mayor parte del país y constituye la forma más reconocible de pedir café en España. Sin embargo, hay territorios que han desarrollado expresiones propias, fórmulas únicas o cafés con identidad local que merecen capítulo aparte.
Si no encuentras el café típico que esperas ver en tu comunidad autonoma, provincia, ciudad, o pueblo, no dudes en dejarnos tu observación como comentario, enriquecerás el post y te lo agradeceremos mucho.

Galicia y el café de pota: tradición que resiste
En Galicia, hablar de café es hablar también de tradición. El café de pota sigue siendo un símbolo muy arraigado, presente tanto en hogares como en restaurantes que ofrecen menús del día. No se trata de una curiosidad rural, sino de una costumbre que convive con el espresso y que conserva un fuerte valor cultural.
¿Qué es el café de pota?
El café de pota se prepara en una olla de gran tamaño, pota en gallego, (normalmente de porcelana, aluminio o acero) en la que se coloca el café molido dentro de una manga o filtro de tela, conocida popularmente como calcetín. Sobre el café se vierte agua caliente, que lo atraviesa lentamente y extrae un sabor suave, aromático y con menos intensidad que el espresso.
Diferencias con el espresso
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El café de pota no busca la crema ni la concentración típica del espresso.
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Es un café más ligero y fácil de beber, pensado para servirse en tazas más grandes.
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Su sabor depende en gran medida de la molienda, la calidad del café y el uso del filtro de tela, que se impregna con los aceites del café y acaba dándole un carácter propio.
Una tradición viva
Aunque en la mayoría de España el espresso domina, en Galicia el café de pota sigue teniendo mucho peso:
Es habitual en las fiestas populares o comidas familiares, donde se prepara una pota entera para varias personas.
En muchos restaurantes tradicionales, todavía se ofrece como opción para rematar la comida.
Se asocia también a la sobremesa, acompañado de licores típicos como el orujo o el licor café. Si te ofrecen gotas en tu café de pota o expreso te están ofreciendo complementar tu café con unas gotas de orujo de la zona.
Identidad gallega en la taza de café
Más allá de la preparación, el café de pota representa una forma distinta de vivir el café: comunitaria, pausada y cargada de memoria. Es, en cierto modo, un símbolo de hospitalidad gallega y de cómo el café puede ser parte de la cultura de un pueblo más allá de la cafetería moderna.
Asturias y Cantabria: otras opciones de cafés en el norte.
En Asturias y Cantabria, el consumo de café no presenta particularidades tan pronunciadas como en otras regiones. Aquí predomina el estándar español: café solo, cortado y con leche, servidos en la barra del bar, que sigue siendo un espacio central de la vida social cotidiana.
Café en Asturias
El café de pota también aparece en fiestas y reuniones familiares, igual que en Galicia, aunque quizá tenga una presencia menor en la hostelería tradicional de lapona.
Existe la costumbre de tomar el café con un chorro de orujo o anís casero, sobre todo en entornos rurales (algo parecido al carajillo, pero sin el ritual de flambear).
En algunas casas todavía se sirve el café en tazas grandes de loza blanca, más aguado que el espresso, casi como un café americano a la española.
Café en Cantabria
En bares y restaurantes predomina el estándar: solo, cortado, con leche.
En los valles pasiegos, el café se asocia mucho a la delicias de la repostería local (sobaos, quesadas) y suele servirse en tazas más grandes, pensado para mojar.
El café mediano es un café originario y típico de la región: un café con leche servido en vaso de cristal, a medio camino entre el cortado y el café con leche completo. Antiguamente se aromatizaba con una hoja de avellano, lo que le daba un toque muy característico a este café.
También en Cantabria se conserva, sobre todo en pueblos, la costumbre del café de puchero o de pota en comidas familiares.
Sobremesa y ritual
Como en buena parte del norte y oeste de España, el café se asocia a la sobremesa y, en ocasiones, se acompaña con un chupito de orujo u otros licores típicos de la zona. Sin embargo, esta costumbre pertenece más al ámbito del hogar o de la comida tradicional que a la hostelería moderna.
En resumen, Asturias y Cantabria mantienen un consumo de café muy cercano al estándar español, sin grandes particularidades locales, pero con un fuerte arraigo en la vida diaria y social del consumo de café.
País Vasco y Navarra: tradición cafetera con pequeños matices propios
En el País Vasco y Navarra, el consumo de café sigue mayoritariamente el estándar: café solo, cortado y con leche son los principales cafés que podrás pedir en la zon. Sin embargo, la zona aporta ciertos nombres y expresiones locales que reflejan su identidad cultural y lingüística.
País Vasco
En Euskadi, en locales donde se hable Euskera, es posible que escuches pedir estos cafés por su nombre en este idioma, por lo demás no se separa mucho de la clásica triada de café solo, con leche y cortado de la que ya hemos hablado:
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Kafe bakarra → es el café solo, el espresso estándar.
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Ebaki → el café cortado, con un toque de leche para suavizar el ese café.
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Kafe zuria → café con leche.
Otros términos que puedes llegar a escuchar son;
- Kafe motza → literalmente “café corto”. Es decir, lo que en castellano pedirías como un café espresso con menos agua, más concentrado, más intenso y en menor cantidad.
- Kafe luzeko → literalmente “café largo”. Es decir, lo que en castellano pedirías como un café espresso con más agua, que llena más la taza pero resulta más suave en sabor y menos aromático.
En realidad no son cafés diferentes a lo que conocemos en el resto de España, sino simplemente la forma de nombrarlos en euskera.
En ciudades como Bilbao o San Sebastián, algunos bares también usan términos informales como café negro (solo) o café con leche grande.
Estos nombres son locales y no universales: no todos los bares los emplean, pero reflejan una tradición lingüística y cultural que da personalidad a la experiencia de tomar café en Euskadi.
Navarra
En Navarra, el consumo de café es similar al estándar español, con menor presencia de nombres propios, que al igual que en Euskadi podrás escuchar pedidos por los navarros, vasco parlantes,.
Predomina la barra como espacio social: se pide café solo, cortado o café con leche.
En localidades rurales, se conserva el café de puchero en la sobremesa en celebraciones familiares.
Cultura del café
Aunque los cafés del País Vasco y Navarra no forman un sistema complejo como Málaga, estas pequeñas diferencias de nomenclatura y costumbre muestran cómo el café se integra en la vida cotidiana y refleja la identidad local.
Castilla y León, Castilla-La Mancha y La Rioja: tradición cafetera en el centro de la península
En estas comunidades, el consumo de café sigue mayoritariamente el estándar español: café solo, cortado y café con leche. Sin embargo, existen matices culturales que reflejan la vida cotidiana y las tradiciones locales.
Castilla y León
Predomina el café de barra, fuerte y corto, aunque el café con leche también se consume ampliamente en desayunos y meriendas.
En entornos rurales y familiares, se mantiene la costumbre del café de puchero o de sobremesa, especialmente en reuniones y celebraciones, como en la vecina Galicia.
Algunos bares acompañan el café con licores regionales, aunque no forman parte de la carta estándar.
Castilla-La Mancha
El café estándar domina la oferta en bares y restaurantes.
La sobremesa es un momento habitual para disfrutar del café, a veces acompañado de un chupito de licor local, como anís o licor de hierbas.
En muchas localidades, los cafés se sirven en tazas ligeramente más grandes, adaptándose al consumo pausado típico de la región.
La Rioja
Aunque no tiene cafés con nombres propios, destaca la relación del café con la tradición vinícola: es habitual acompañar el café con un dulce regional o incluso con un toque de licor derivado del vino.
El café de barra y el cortado siguen siendo los más habituales en ciudades como Logroño, mientras que en zonas rurales se mantiene el café de puchero.
La cultura del café en La Rioja refleja un equilibrio entre tradición familiar y consumo urbano moderno.
Cultura y consumo
En estas comunidades, el café es parte de la vida diaria y social, marcando momentos de desayuno, pausa o sobremesa.
Diferencias destacadas: Cataluña, Aragón, Baleares y Comunidad Valenciana
Aunque puedes pedir un café solo, cortado y café con leche, algunas comunidades presentan cafés con personalidad propia que reflejan tradiciones locales, influencias culturales y creatividad en la mezcla de café, leche y licor.
Aragón
En Aragón predominan los cafés estándar como en general en el resto del país, pero también hay variantes locales que dan un carácter único:
Soldado → café con Cointreau y un toque de gaseosa, típico de Zaragoza. Su mezcla resulta ligera, refrescante y diferente al café tradicional.
En las zonas rurales todavía se conserva el café de puchero, que no deja de ser el café de pota de gallegos y asturianos, que se prepara para reuniones familiares o celebraciones.
En bares urbanos, el cortado y el café con leche son los más habituales, aunque el café solo intenso sigue siendo protagonista de la barra.
Cataluña
Cataluña combina el café estándar con preparaciones singulares, especialmente en Barcelona y alrededores.
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Carajillo → el clásico café solo al que se añade licor (brandy o ron), a menudo consumido como sobremesa. Es el más reconocido fuera de la región y un símbolo de la cultura cafetera catalana.
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Trifásico → muy popular en Barcelona, es un café con leche al que se añade licor, normalmente brandy o ron. Se llama “trifásico” porque se pueden distinguir las tres capas: café, leche y licor.
El vaso de cristal es el recipiente preferido para cortados y cafés con leche, y muchas cafeterías urbanas mantienen este estilo tanto por tradición como por estética, diferenciándose de otras zonas del país donde lo más habitual es que si no lo pides expresamente te darán el café en taza.
La combinación con dulces típicos de la ciudad, como pastelería de hojaldre o croissants, es habitual y forma parte de la experiencia de la sobremesa.

Baleares
En las islas, la vida turística y la tradición local conviven en la cultura del café:
Rebentó → un carajillo preparado con el ron autóctono de Mallorca. Es un café fuerte y aromático, asociado a la sobremesa y a locales emblemáticos de la isla.
Además del estándar (solo, cortado, café con leche), en hoteles y cafeterías turísticas se sirven versiones con hielo, frappé o café largo, adaptadas al gusto internacional.
Los cafés en vaso de cristal son muy comunes y acompañan tanto desayunos como meriendas, reflejando la cercanía y la informalidad de la cultura isleña.
Comunidad Valenciana
La Comunidad Valenciana destaca por su creatividad y dulzura en los cafés que puedes pedir:
Café bombón
Es un espresso servido con leche condensada, normalmente en vaso pequeño de cristal.
La proporción tradicional es mitad café, mitad leche condensada, aunque algunos locales ajustan un poco según el gusto.
El resultado es un café muy dulce y concentrado, donde la leche condensada suaviza la intensidad del espresso pero no lo diluye.
Se suele tomar sin remover, para apreciar la separación visual del café y la leche condensada; al beber, se mezcla al gusto en la boca.
Blanco y negro
Otro de los sorprendentes cafés de la zona, el blanco y negro, es un café granizado con una bola de helado, la composición perfecta entre un café tradicional y un postre.
Durante muchos años, la bola de helado fue de nata, pero ahora la receta está abierta a otros sabores como el de vainilla, turrón o leche merengada.
Para hacer el granizado de café basta con mezclar este elixir con un poco de agua y azúcar, meterlo en el congelador y remover cada media hora para asegurarse de que queda bien frío. Después solo hay que incluir el helado seleccionado en el mismo recipiente.
Se sirve con hielo y a veces con licor, pensado para el verano y para adaptarse al clima cálido.
Estas preparaciones muestran cómo el café valenciano puede ser más creativo y festivo, especialmente en sobremesas o meriendas. El uso de combinaciones con leche condensada y nombres propios refleja la identidad valenciana frente al estándar español.
Andalucía y Extremadura: tradición cafetera y cafés singulares
Aunque en gran parte de Andalucía y Extremadura predomina el consumo estándar español (café solo, cortado y café con leche), algunas provincias presentan particularidades que reflejan su identidad regional.
Andalucía
- Málaga → destaca como el caso más singular del sur de España. Su sistema de nueve cafés permite al cliente personalizar la proporción de café y leche con nombres como solo corto, mitad, sombra o nube. Es único en el país y un verdadero símbolo local y le dedicaremos un apartado en este articulo, realmente lo merece,
- En otras provincias andaluzas, el café estándar sigue siendo el más habitual: cortado y café con leche dominan la barra y la sobremesa.
- Existe cierta tradición de acompañar el café con licor local (como anís o brandy) en la sobremesa, aunque no se trata de cafés con nombre propio como en Málaga. Mención aparte merece Cádiz, ya que el carajillo hecho con anís es muy típico en la provincia.
Resto de Andalucía: predomina el café estándar, aunque el café con leche es el más habitual en desayunos.
En general, el café en Andalucía se sirve en taza pequeña o vaso de cristal, dependiendo del tipo de café y del establecimiento.
Extremadura
Extremadura mantiene el café estándar, muy similar al de la mayoría de España: solo, cortado y café con leche.
En zonas rurales y reuniones familiares se conserva la costumbre del café de puchero, preparado para varias personas en celebraciones o comidas tradicionales.
La sobremesa es un momento importante, y en algunos hogares se acompaña el café con un chorro de licor casero o un poco de orujo, pero siempre dentro de la tradición de comidas familiares y no como bebida de barra habitual.
Cultura y consumo
En ambas comunidades, el café forma parte de la vida cotidiana: en bares, restaurantes y hogares, marcando momentos de desayuno, pausa o sobremesa.
Málaga: la ciudad de los nueve cafés
Si hay un lugar en España donde pedir un café se convierte en casi un arte, ese lugar es Málaga. La ciudad cuenta con un sistema único que nació en las cafeterías locales a mediados del siglo XX y que todavía hoy forma parte de su identidad: los cafés malagueños, un repertorio que define la bebida en función de la cantidad de café y de leche que lleve.
El origen de los cafés malagueños
La historia se remonta a la mítica cafetería Café Central, que popularizó esta forma de clasificar el café para facilitar los pedidos y evitar malentendidos. El sistema fue tan útil que se extendió rápidamente y hoy en día forma parte de la cultura cafetera malagueña. Sis estás por esa zona procura adaptarte, una vez lo entiendes el sistema es una genialidad para quedar satisfecho con la proporción de leche y café que va tener el café que pides.

Los nueve cafés
Aunque el listado puede variar ligeramente según el local, los cafés malagueños se reconocen por este abanico de opciones que van desde el café solo hasta la leche manchada:
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Solo → solo café, sin leche.
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Largo → predominio del café con un toque mínimo de leche.
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Semi largo → menos café que el largo, pero todavía con mucha presencia.
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Solo corto → más leche, menos café, aunque el café sigue dominando.
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Mitad → mitad café, mitad leche.
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Entrecorto → ligeramente más leche que café.
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Corto → poco café, mucha leche.
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Sombra → apenas un toque de café, el resto leche.
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Nube → casi todo leche con una mancha de café.
Originalmente el Café Central de Málaga, origen de tan peculiar sistema, tenía un café más que representaba con un baso vacío, el “No me lo ponga”.
Una seña de identidad malagueña
Lo que para un visitante puede ser un caos de términos, para un malagueño es una tradición cotidiana. Este sistema no solo refleja el gusto por personalizar el café, sino también la importancia del café como ritual social en la ciudad. Tanto es así que hoy se ha convertido en atractivo turístico: pedir un “nube” o una “sombra” en Málaga es una experiencia que no se repite en ningún otro lugar de España.
Murcia: el café asiático, sabor intenso y aromático
En Murcia, el café ha desarrollado una preparación única conocida como café asiático, especialmente popular en https://cafesabora.com/gl/un-caf%C3%A9-asi%C3%A1tico-que-caf%C3%A9-che-v... algunos bares tradicionales de la región. Este café no solo es intenso, sino que combina sabores muy distintos, convirtiéndolo en una experiencia propia.
Origen del café asiático
El café asiático se originó en Cartagena en el siglo XX, cuando los trabajadores de la zona portuaria comenzaron a mezclar café con licor y leche condensada para obtener una bebida más energética y sabrosa que les ayudara a sobrellevar las largas jornadas. Con el tiempo, se popularizó en toda la región y se convirtió en un símbolo cafetero local.
Cómo se prepara
El café asiático se caracteriza por:
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Base de café espresso fuerte y aromático.
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Leche condensada para aportar dulzor y cuerpo.
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Licor tradicionalmente, como ron o brandy ou licor 43, aunque algunas versiones añaden café aromatizado o anisados locales.
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Especias opcionales, como canela o cacao en polvo, que potencian su aroma.
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Se sirve generalmente en vaso de cristal pequeño, mostrando las distintas capas de café, licor y leche condensada.
Cultura del café asiático
Es un café de sobremesa, pero también se disfruta en cualquier momento del día como bebida energética y reconfortante.
Algunos bares de Cartagena lo preparan con un toque de crema de café o espuma, casi como un mini postre líquido.
Representa una identidad regional fuerte, diferente de los cafés estándar de España, y es un ejemplo perfecto de cómo la tradición local crea preparaciones únicas.

Canarias: cafés con una fuerte identidad propia
En Canarias, el café es mucho más que un consumo diario: es parte de la identidad cultural y se disfruta con preparaciones propias que lo diferencian del estándar español.
Café de Goteo o “café de olla”
Tradicionalmente, el café se prepara en olla o puchero, filtrando el café molido con un paño o colador. Es un café suave y aromático, pensado para compartir en reuniones familiares o sociales. Aunque menos intenso que un espresso, conserva un sabor profundo y reconfortante.
Barraquito
El barraquito es la preparación más emblemática de Tenerife y se ha extendido a otras islas.
Se sirve en vaso de cristal y combina:
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Leche condensada en el fondo.
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Licor (generalmente Licor 43).
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Café espresso fuerte.
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Espuma de leche y, en ocasiones, ralladura de canela o cáscara de limón.
El resultado es un café dulce, aromático y con varias capas visuales, muy distintivo de la región.
Cultura del café canario
El café en Canarias es un momento de reunión: desayuno, merienda o sobremesa.
Se aprecia tanto en bares y cafeterías urbanas como en el ámbito doméstico.
La mezcla de café, licor y leche condensada refleja la creatividad local.
Conclusión
España es un país de cultura cafetera diversa y rica, donde el estándar de café solo, cortado y café con leche convive con preparaciones locales únicas: desde el café de pota gallego, pasando por el carajillo catalán, el soldao aragonés, hasta el barraquito canario, etc. Conocer estas particularidades no solo permite pedir café “correctamente”, sino también entender la cultura y tradición de cada región española.
En definitiva, pedir un café en España no es solo una cuestión de gusto, sino también una forma de conectar con la cultura y la identidad de cada región.
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Principales fuentes:
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Traveler.es (2021). ¿Por qué ya es hora de que descubras el café de pota gallego. Condé Nast Traveler.
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Galicia Slow Travel Café de pota: descubre este símbolo gallego.
-
Cocinando entre Olivos (2021). Café blanco y negro, el mejor café para las tardes del verano.
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TasteAtlas Blanco y negro (White and Black).
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Saboreando Canarias (2018). Historia del Barraquito.
-
Diario de Avisos (2025). El verdadero origen del barraquito: una historia que pocos conocen en Tenerife.
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La Vanguardia (31 de agosto de 2025). El soldado, la bebida con café y gaseosa que aún sobrevive en Zaragoza.
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Excelencias Gourmet. Café “soldado”, bebida de abuelos