O quizás sería mejor decir sobre distintas formas de tomar unos grandes cafés helados.
El termómetro se dispara y el calor comienza a apretar, ese típico café calentito que tan a gusto te tomas en el otoño o en el invierno comienza a no ser recibido por tu cuerpo con el mismo gusto.
Pero tú quieres tu dosis de felicidad diaria y no estás dispuesto a abandonar el café por mucho que ya no te apetezca el café con leche calentito.
No desesperes tienes opciones muy interesantes para tomar un café helado.
Esto que te pasa a ti ahora le ha pasado a muchos amantes del café antes que a ti en muchos lugares del mundo por eso existen tantas versiones de como tomarse un café helado.
Tantas son que el post se convertiría en un libro sino en una enciclopedia, así que si tu preferido no aparece, tienes los comentarios para dejarnos la receta, anímate.
Existe personas que toman este tipo de cafés helados en cualquier momento del año incluso como aperitivo, pues algunos de ellos pueden cumplir perfectamente esta función.
El café Helado.
Más que de café helado hablaremos de cafés helados ya que te plantearemos unos cuantos y muy variados cafés helados.
Empecemos por la versión más sencilla de un café helado de toda la vida al menos en nuestro país.
El Café con Hielo.
Café solo expreso con unos cubitos de hielo.
Preparas el expreso o lo pides en tu local favorito.
Una vez lo tengas lo viertes sobre los cubitos de hielo.
Otra variante son los cafés con leche y hielo, que es hacer el mismo proceso que el anterior pero con un café con leche.
Aquí van dos recomendaciones o consejos para hacer un café con hielo:
1º Si vas a utilizar azúcar viértelo y revuelve el café antes de verter el café en el hielo.
Si no lo haces el azúcar no se mezclará con el café o al menos no lo hará en la medida que tú querrías. Es un precaución básica si vas a tomar cualquier café helado añadiendo azúcar a tu café.
2º Un truco para evitar el principal problema de este tipo e café, que no es otro que tiende a aguarse mucho cuando el hielo se va disolviendo al mezclarlo con el café.
Lo ideal sería congelar café previamente obtenido en forma de cubitos, así cuando los eches en el café que vas a tomar no lo aguaran tanto como le cubito de hielo de toda la vida.
Eso sí deja enfriar el café antes de convertirlo en cubitos de hielo con café.
De todas formas no eches el café recién hecho deja que se atempere un poco antes de verterlo en el hielo.
Un café con Tónica o Café-Tonic.
Aunque aquí toda la vida en verano se ha tomado café con hielo o alguna versión refrescante como el café con gaseosa o tónica.
Esta última se ha hecho pasar por invento hipster cuando algunos en su pueblo dieron con esa misma idea antes de que cualquier Hipster peinase barbas.
Sí es cierto que igual no con la sofisticación que vamos a ver.
Café-Tonic
A este refrescante café utiliza tónica y café frío para darnos un combinado de lo más sorprendente.
Para hacer se recomienda un café con tueste ligero o medio que haga destaca más los sabores frutales, florales, y a hierba.
Sabores que combinan perfectamente con la tónica.
La tónica es un refresco a base de agua carbonizada, a cítrico, azúcar y quinina.
Que además permite que la infusión de café enfriado directamente sobre hielo tenga una temperatura y densidad distinta que la tónica y por eso puedes crear dos capas diferenciadas.
Los 5 pasos para crear tu “café-tonic”:
Prepara en una jarra 200 ml de café de filtro y después dejas enfriar, y lo metes en la nevera hasta que el café esté realmente frío.
Pon 3 cubos de hielo en el vaso de cristal.
Vierte 100 ml de tónica en el vaso, con la ayuda de una cuchara, en su parte cóncava, es decir, con la barriga de la cuchara mirado hacia el cielo.
Con cuidado, vierte los 100 ml de café frío encima de la tónica.
Primero puedes probar solo el café, después prueba la tónica por la pajita, al final remueve todo y disfruta de tu “café-tonic”.
<
<
<
Los italianos tienen su café shakerato y para los griegos el café frappé, no te dejes engañar por el nombre, el café frappé es griego por los cuatro costados.
¿Qué es el café shakerato?
Como el nombre ya habrá permitido adivinar a los que habláis italiano que la cosa es tan sencilla como un café con hielo agitado en coctelera y servido en una copa o vaso lo más bonito posible.
La gracia del invento está no sólo en que enfriamos el café con los hielos, sino conseguimos generar una considerable cantidad de espuma que se genera con los meneos que damos al café en la coctelera.
Como te puedes hacer un café shakerato.
Tres o cuatro hielos de los buenos, si de esos que no se derriten con sólo mirarlos.
Un café más bien fuerte, expreso o hecho en cafetera italiana, para compensar el hecho de que el café se va a aguar, siempre puedes utilizar el truco de congelar café previamente preparado.
Echamos el azúcar, antes de mezclar el café con el hielo, en el hielo.
Lo vertemos en la coctelera con garbo y fuerza agitamos esa coctelera, aproximadamente hasta que las manos se empiecen a congelar o bien nos duelan los brazos, lo que viene a equivaler a un par de minutos.
Si quieres realmente quedar como un campeón puedes decorar con un par de granos de café, un poco de cacao, canela o lo que tengamos a mano en la copa.
Se sirve sin el hielo solo el café agitado, sin el hielo.
A partir de esta receta base podemos improvisar todo tipo de condimentos (un poco de Baileys o algún otro licor le sienta muy bien), probar con café con un poco de leche o crema, o suavizarlo con un poco de helado, etc, etc.
Café Frappé
Un primo hermano muy cercano del anterior es el café frappé griego, que popularizó el mundo una cadena de cafeterías con el logo en verde que lo bautizo como Frapuccino.
Originalmente se hace con café instantáneo y hielo, pero existen muchas variantes y formas de entender el frappé.
Su único problema en conseguir un par de tazas de café va a llevar varias horas de infusionar gota a gota ese café co una cafetera especialmente pensada para esta extracción.
O utilizando alguna cafetera tipo prensa francesa para hacer el café cold brew pero igualmente el tiempo para su extracción se mide en horas.
Viertes el café como si fueras ha hacer un café de prensa normal.
Pero en este caso en lugar de agua caliente vas a verter agua fría, revuelves bien el café con el agua.
Pones el émbolo de la cafetera sin bajarlo, y metes en la nevera entre 16 y 20 horas, durante las cuales conviene revolver de vez en cuando.
Después de ese periodo presionas el émbolo y ya tiene tu cold brew listo para tomar.
Lo divertido es encontrar el que realmente te guste manteniendo la premisa de que debe de ser un café helado.
Buen café helado y gana el combate al calor del verano.